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viernes, 21 de diciembre de 2012

amores platónicos

Ahora que estoy en compañía de mi querido amigo, el Señor Imsomnio, y sin dejar de pensar, he decidido plasmar mis pensamientos en el blog, que para eso está, ¿no creéis?
Como buena Antoñita la Fantástica que soy, me estoy imaginando como en mis sueños, consigo hablar con mi amor platónico, y que como en una de esas pelis que tanto me gustan, me está mirando y me está dedicando una de sus marvillosas sonrisas.
¿Quién no ha tenido alguna vez en su vida un amor platónico? Yo a mis 28 años lo tengo, y aunque él no sabe ni que existo, y es alguien a quien jamás podré alcanzar, me siento como una quinceañera cada vez que pienso en él. Llamadme niña, soñadora o lo que queráis, pero me encanta pensar en Jota (quienes me conozcáis sabréis a quien va dirigido). No tengo posibilidad de verle más que en cromos, periódicos, y alguna vez que me acerco con mi sister a verle de lejos, pero cada vez que le veo se me acelera el corazón,  me convierto en un manojo de nervios, y mi cabeza inconscientemente no deja de funcionar, en imaginar en que esas veces que le veo de lejos, el se percata de que yo estoy allí. No quiero que piense que soy de las típicas chicas que van en busca de una noche con él, porque no es mi estilo, y porque yo seré feliz simplemente dejando de ser una desconocida para él, y que si algún día me ve por la calle me mire con esos ojos tan expresivos y su preciosa sonrisa y me diga: hola Vir, ¿como estás, qué haces por aquí?
¿Que qué siento? Es algo difícil de explicar, pero bueno, voy a intentarlo. Yo a Jota le deseo todo lo mejor del mundo, porque se lo merece. En lo profesional, que es la faceta que yo conozco de él, es un hombre que a sus 27 años lleva luchando mucho tiempo porque en el deporte que practica se le reconozca toda la calidad que tiene, que es mucha, pero las lesiones que ha tenido están siendo su mayor adversario. Tiene muchísima clase, y se merece que todo su esfuerzo de sus frutos, para que consiga por fin levantar el vuelo. Cada día sueño con que le conozco personalmente, y que me convierto en su amiga. No quiero hacer nada con lo que pueda pensar que soy como las demás chicas que tiene detrás, porque soy consciente de que después de su trabajo, él es Jota, el hijo de sus padres, el hermano de sus hermanos, y ¿por qué no? el novio de la afortunada que esté con él. Muchas veces sueño con que me le encuentro en el sitio donde yo trabajo, que es bastante concurrido, y que el me para, me dice que le suena mi cara y me pregunta si yo soy la chica que va a verles. Hay otras que mi imaginación va más allá, y sueño que él en persona es tan simpático y dulce como pensaba, que puedo sentirle, acariciarle, comprobar como saben sus besos, su ternura, el olor de su colonia, que se funde conmigo en un interminable abrazo...pero en ese momento me despierto, y comprendo que debo seguir viviendo en la realidad en la que para él no soy más que alguien que se le acercó para pedirle una foto en un momento determinado.
Sé que a mi edad pensaréis que es absurdo sentir algo así por alguien, pero es algo que me saca una sonrisa. Que cuando sé que su equipo ha ganado, me alegro enormemente, y más cuando sé que han ganado por alguna jugada en la que él ha contribuido. Siempre estaré en la sombra, pero animándole, apoyándole y sonriendo porque se que le va a ir genial. Te lo mereces todo Jota!
Bueno gente, os sigo agradeciendo que saquéis un hueco de vuestro tiempo para visitar nuestro rinconcito, y que estoy orgullosa de mi Capy, porque cada vez que leo cualquiera de sus entradas consigue emocionarme.
Nos vamos leyendo
Vir Gavilán Cardoso Mendes

4 comentarios:

  1. joe vir que bonita historia!!!algun dia lo conseguirás!muaaaaa

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  2. yo me voy a encargar de que por lo menos tengas la oportunidad! ^^

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  3. gracias chicooos!! es imposible, pero soñar es gratis, ¿no? ;) 1 besazo a los 2. Vir

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