Yo creía en la ilusión de la magia, en que algo sin saber como podría llegar a ti y hacerte feliz, que de una chistera se pudiera sacar una paloma, en la ilusión de despertar la noche de reyes y ver todos los regalos y pensar como pudieron acertar con tantos niños….
Yo creía en el amor, como sentimiento único y capaz de mover la tierra, como el empuje necesario del ser humano para creerse capaz de todo por la persona que quiere, creía en el amor como el sentimiento más mágico de una persona hacia otra.
Yo creía en todo, en lo que podía ver y lo que no, pero por encima de todo creía en el ser humano, creía que ser persona te daba unos poderes mágicos como el poder hacer feliz a alguien, como ser lo que otra persona necesite, ser esa esperanza cuando alguien se desorienta, ser esa enseñanza, ese consejo, en definitiva, creía que ser persona era algo maravilloso, y ya no por uno mismo, si no también por como siendo como eres puedes repercutir en la vida de alguien y hacerla un poco mejor.
Pero cada día… cada persona que he cruzado en mi vida, cada vez que veo sufrir a alguien a quien quiero, o las circunstancias de aquellos que me importan, y como no decirlo, por mis vivencias, cada día me doy mas cuenta que dejado de creer en todo eso, porque he dejado de creer en las personas y en lo que se supone que tenemos: “humanidad”.
Ahora llamamos amistad a estar ahí para irnos de fiesta, pero olvidamos lo que significa dejar de lado nuestra vida por un momento para ayudar a alguien que lo necesita.
Llamamos amor a ser quien calienta la cama de otra persona, ya no importa lo demás, no importa lo que aportemos como personas, el único amor sincero es el que hay hacia uno mismo, ya no se hace nada por otra persona.
Algunos se llaman persona, se califican de seres maravillosos, y son incapaces de mirar a un lado y ver lo que tienen en sus vidas, es egoísmo de la manera mas cruel, el egoísmo de uno mismo con derecho a pedir y exigir sobre los demás cuando lo necesita, pero… ¿Qué pasa cuando es el otro quien lo necesita?.
He perdido la ilusión en todo aquello que es representado por una persona, valores, promesas, actos de cariño, etc. Ser persona no es lo que creía, ser persona no cumple con las expectativas que tenia del ser humano, ahora somos mejores por los seguidores que tenemos en twitter, somos mejores si conseguimos que las personas que nos rodean puedan odiar a una persona por algo que quizás no nos haya hecho, somos mejores si conseguimos ridiculizar a alguien y hacerlo sufrir, y somos mejores si dejamos a quien decimos querer en casa y salimos a enamorar a otros con falsas palabras.
No es el mundo que me gusta el que veo continuamente día tras en día en los que quiero, las acciones que hacen las personas, los motivos que usan de excusa para romper y terminar con todo sin importar la persona que va a tener que sujetar los cristales rotos, no sé en que se está convirtiendo el ser humano, pero yo… no formo parte de este cambio.
No soy mejor que tú, ni que él, ni que ella, ni que nadie, solo tengo unos valores en mi vida, cuido a los que quiero y me siento responsable de lo que cada uno de mis actos y palabras pueden provocar en la vida de los demás, pero por encima de todo me siento alguien con corazón, alguien que intenta y lucha cada día por hacer ver a aquellos que ya han dejado de creer, que no todas las personas somos iguales, pero cada día…me lo ponéis mas difícil.
Cada día todo lo que se supone que es mágico y son regalos de vida, parecen mas acciones de condena.
Quizás algún día vuelva a creer, quizás algún día el ser humano vuelva a ser humano.
^Esther^
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