Sin saber como y de manera asombrosa apareció en mis días, se ganó mi cariño, mi afecto, mi respeto y después mi confianza, ganando con ello lo más completo de mi.
Alguien con quien poder compartir todo, desde mis mayores miedos hasta mis mayores anhelos.
Con esa persona he aprendido, entendido y concebido mi forma de mirar y de vivir de manera totalmente distinta, me a hecho desarrollarme como persona, superar y vencer miedos, pero lo más importante y lo que no había hecho nadie, me esta enseñando a una Esther que desconocía, pero a la que cada día quiero y comprendo más.
No sé el tiempo que estará en mi vida, no sé lo que nuestra amistad durara, o el tiempo que la vida nos seguirá cruzando en el mismo camino, pero si sé que ha dejado huella en mi vida, una huella que no quiero perder nunca, porque a la sombra aporta más luz en mi vida que muchas de las personas que en ella están al descubierto.
Gracias por tu presencia en las sombras, gracias por todo lo que sin saber haces día a día, pero gracias de todo corazón por descubrirme una Esther que tenía apagada.
Porque a veces pasa, y conoces a alguien que acaricia tu vida, le da ese toque mágico, y yo te encontré, cuando había perdido la magia.
Que lo que tenga decidido la vida será, pero espero y deseo no perderte nunca.
Desde algún punto entre el cielo y el infierno, o quien sabe, igual más próximo al infierno, te dedico estas letras, con toda mi admiración, a mi demonio más puro e intenso.
^Esther^
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