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domingo, 28 de abril de 2013

¿Merece la pena?

Estas últimas semanas he tenido varias conversaciones del mismo tipo con personas que forman mi vida, pensamientos, opiniones, y palabras que dan vueltas en mi cabeza, acerca de si merece la pena o no los medios que se sufren para quizás tener la posibilidad de poder llegar a una meta propuesta.

Todo es más sencillo así: todos nosotros tenemos sueños, metas, ideales y para conseguirlo todos pasamos por un camino, ese camino a veces es mas fácil, o menos fácil pero cuando la meta es fija, todo esfuerzo nos merece la pena porque al final todo habrá servido.
Pero ¿que pasa cuando ese camino difícil lo hacemos sin ni siquiera saber si optaremos o no al premio final? ¿Todos nuestros esfuerzos, sufrimientos y malos momentos (porque los buenos no cuentan, ya que ellos no pesan) merecerán la pena si no alcanzamos el objetivo? ¿Hasta que punto estamos preparados para afrontar un camino que no sabemos a donde nos llevará?.

Hay luchas que cuando sabemos que podemos ganar o perder, hacen que el camino sea más fácil, ya que podemos elegir hasta que punto queremos perder por ellas y hasta que punto merecerá ganar aunque tengamos pérdidas, porque conseguiremos aquello por lo que hemos luchado.

Pero… luego está la lucha más difícil, aquella que no sabemos hasta donde apostar, aquella que no sabemos si estamos haciendo bien en dar todo o mal en dar lo justo, aquella que no tienen un final seguro, porque no sabemos si al terminar el camino, tendremos una victoria.

Cuando estas metido en una de estas ultimas luchas, cuando sabes que te esfuerzas, que compites, que peleas y que luchas por un objetivo que no ves alcanzable, pero que sabes que si lo tienes te hará la persona mas feliz, ¿Por qué luchas realmente?.

Creo que lo hacemos por nosotros mismos, por la necesidad de sentir que hemos dado lo mejor de nosotros, por poder decir a nuestra cabeza: “Yo lo intenté”, pero también en parte para que los demás viendo ese esfuerzo cuando caigamos nos digan: “Lo intentaste”. Que son los mismos que si ganamos, nos dirán: “luchaste y lo conseguiste”.

Es algo contradictorio, todos siempre decimos que siempre merece la pena luchar, pero siempre que lo decimos o hacemos es porque al otro lado hay algo…. Es entonces menos lógico y peor, dejar de luchar por algo que puede que nunca llegue?

Pero durante ese camino que hacemos solos, durante esos esfuerzos, esos malos  momentos, donde a veces perdemos cosas reales que están en nuestro alcance, por algo que no sabemos si algún día tendremos en nuestra mano, a todos se nos pasa por la cabeza la misma pregunta ¿merece la pena?

Todos estamos metidos en luchas así, sólo piénsalo por un minuto…

^Esther^


martes, 23 de abril de 2013

no le digas nada

Hoy utilizo esto porque he estado hablando con mi amiga Elena de un tema, que ya a la pobre la tiene frita, y aprovecho para contaros la situación a ver q opinais.
Elena y su amiga Valeria se conocieron hará casi un año gracias a una red social, y desde entonces se han vuelto inseparables, y son como hermanas, ya que las dos tienen muchas cosas en común, conversación y practicamente las mismas aficiones. Las dos coinciden en el futbol. Valeria es del Valencia desde siempre, pero Elena ha sabido transmitirle además su afición por el Levante. Elena se hizo hace poco se hizo miembro de una peña en la que tiene amigos, y empezó a llevar a Valeria a los partidos en los que fallaba alguien. Finalmente, Valeria se ha hecho abonada para la segunda vuelta por el económico precio de los abonos y porque se sentía cómoda con los amigos de Elena. Entre esos amigos, uno de los primeros en hablarla fue Jose, el presidente de la peña, que bromeaba con ella y en seguida la pidió el teléfono. Valeria se lo dio, porque no vio inconveniente en hacerlo, porque el chico era simpático con ella. Al tiempo, Valeria se empezó a arrepentir de haberselo dado ya que Jose no dejaba de escribirla mensajes via Whatsapp y ella empezó a sentirse agobiada, pero siguió hablando con él porque el chico le caía bien. Los mensajes de Jose iban en aumento, y él la decía que como tenía familia cerca de la zona donde ella vive, que podrían quedar por allí cuando fuera a verles. Valeria le dijo que bueno, porque al fin y al cabo era amigo de Elena y no veia nada malo en tomarse un café.
Un día, Elena aprovechó que quedó con Valeria para decirle que Jose se había hecho ilusiones con ella porque según él, ella le había dado pie a sus películas, ya que le había dicho que iban a quedar los dos solos. Valeria se iba sorprendiendo más a medida que Elena se lo iba contando, ya que ella jamás le había dicho nada para poder hacerle pensar que ella quería algo más con él. Simplemente trataba de aconsejarle cuando él la decía que todas las mujeres que él había encontrado eran "unas mentirosas y unas guarras", y contestarle a cada segundo a su cada vez mayor numero de mensajes. Esa situación a Valeria ya le saturaba, pero no decía nada porque ella se sentía a gusto con su amiga y con los demás viendo el fútbol, y no quería que aquello se cortase de raíz. Hasta que hubo un día, en el que la situación se desbordó y ya se salió de madre.
Jose escribió a Valeria para decirle que Elena no iba a ir al partido del Levante de esa semana, porque él le había dicho que le había llamado a ella y que Elena se había enfadado, pero ante todo, que por favor no le dijera nada a Elena. Mientras, Jose también estaba escribiendo a Elena contandole también una minúscula parte de la conversación mantenida con Valeria, pequeña, pero contundente para meter cizaña entre las dos amigas, también precedida de un "no le digas nada"
Obviamente, las dos amigas decidieron hablar, y se enseñaron las conversaciones, en las que leyendolas enteras no tenían nada de malo, pero seccionando y manipulando la conversación, podría haber enfados. La lógica y el sentido común les pudo y esos 5 minutos que habían estado enfadadas pasaron, y arreglaron las cosas, mientras que la decepción con Jose aumentaba. Valeria volvió a escribir a Jose diciendole que qué pasaba, que nada de lo que le había dicho de Elena era cierto, y Jose empezó a decirle que Elena se había enfadado con él, que no quería que ella (Valeria), se diera cuenta de que le gustaba, pero que se lo confesaba en ese mensaje. Valeria le contestó que le parecía muy fuerte que prestara más atención a "sus sentimientos" que a que le estaba intentando poner en contra con su mejor amiga, que las cosas se hablan DE FRENTE, a lo que Jose le respondió: "Tienes razón, tenemos que quedar para hablar de lo de que me gustas, pero de lo de Elena no". Valeria ya no podía más, porque aunque reconocía el mérito de Jose de confesarle sus sentimientos, le reventaba que le intentara poner en contra de su mejor amiga, pero que cuando se trataba de solucionarlo, el se hacía el loco y contestaba uno de sus famosos "no le digas nada". Valeria le contesto de la mejor manera posible que no era correspondido, y poco a poco fueron dejando de hablar.
Elena y Valeria seguían yendo a los partidos que podían, ya que por sus respectivos horarios, no podían permitirse ir a todos, vieron como la cosa empezó a cambiar, que aunque los demás seguían cordiales con ellas, ya empezaban a estar más frios y la confianza que había ya no era la misma. Elena y los demás tenían un grupo de la peña en Whatsapp y mientras que anteriormente todo el mundo escribía prácticamente a diario, a partir de ahí, ya los mensajes eran esporádicos.
Un día Jose volvió a mensajear a Valeria preguntandole que que tal estaba, a Valeria le pilló en medio del trabajo, y cuando pudo le contestó que bien, y minutos después se dio cuenta de que Jose le había bloqueado sin ningún motivo de la red social más popular del momento.
Elena llamó a Valeria, y le dijo que a ella también la había bloqueado. En los sucesivos partidos, la situación se volvía más incómoda para ellas, ya que no se dirigían la palabra con Jose, pero no dejaban de sentir sus ojos clavados en ellas durante todo el partido y a cada movimiento que hacían.
Elena me ha dicho que Valeria se está planteando dejar de ir a los partidos porque no quiere empeorar las cosas, ya que se siente culpable, porque si ella no hubiera aparecido, Elena seguiría bien con sus amigos porque nada de lo de Jose hubiera pasado. Yo le digo que qué culpa tiene Valeria, porque que yo sepa, el dar calabazas a alguien no es motivo para que alguien deje de hablar a otro alguien, ya que el ser humano desde que nace es libre de elegir lo que quiere y lo que no, pero en el tema sentimientos, no somos dueños de nuestro corazón, por tanto no podemos decidir que alguien nos guste. Creo que deben seguir como siempre, ya que esto ha servido para reforzar su amistad, y que algún día los "no digas nada" de Jose serán descubiertos.
Pienso que es de cobardes el ir metiendo cizaña a unas personas con otras, y no ir de frente, porque yo el "no se lo digas", o "no le digas nada" lo usaba en 4º de EGB cuando me gustaba un chico de clase pero no se lo quería decir, pero creo que pasada la veintena, esa frase debe de erradicarse y debemos mirar de frente las situaciones, tanto las favorables como las adversas.
De nuevo muchas gracias por leernos en el blog, ya que es un halago ver que cada día el numero de visitas aumenta.
Un besote para todos, y en especial para Elena y Valeria que les dije que iba a escribir la historia y me imagino que la leerán.
Vir Gavilán Mendes-Cardoso

viernes, 5 de abril de 2013

Tu Huella

Hay un espacio entre la rabia, la impotencia, el dolor y las lagrimas, pero es un espacio que ahoga y asfixia, en ese espacio estoy hoy, con todos los sentimientos en mi alma y corazón y con mil preguntas en mi cabeza, la única y la que mas duele ¿Por qué?.

Hoy te perdido para siempre, te has marchado llevándote mil promesas contigo, aquel café que nos debíamos, aquel relato con mi nombre de protagonista en tu blog, aquella tarde paseando por Madrid juntos y contándonos como íbamos llevando todo…

Te conocí de una manera extraña, por otra persona que nos dijo que éramos la pareja ideal, ¿te acuerdas cuanto nos reímos? Ese día, ahí fue cuando tuve la suerte de conocerte y ponerte en mi vida, desde ese día poco a poco fuimos forjando una amistad, fuerte, sincera, de esas que nos daban hasta la madrugada contándonos cicatrices de nuestro corazón, y siempre terminábamos con una sonrisa, y con mas fuerzas, así nos íbamos conociendo poco a poco, que afortunada era de tenerte en mi vida, y cuantas veces te lo recordé, nunca me deje nada para mi, mis lagrimas, mis sonrisas, y los te quiero que me nacían del corazón, de todo eso fuiste testigo, todo aquello era para ti.

Me ayudaste, muchas y tantas veces, siempre con esa sonrisa, siempre con esas palabras de animo, estuvimos en los peores momentos el uno del otro, y en la felicidad de cada uno parece que nos separábamos, pero siempre estuvimos, mi ojazos… ¿ahora que haré sin ti? Odiabas que llorara, pero eres un ángel y yo creo en el cielo, y sé que pese a tu acto, estarás allí arriba, perdóname por las lágrimas, pero me has roto el corazón y me siento tan culpable… ¿Por qué no acudiste a mí como el resto de veces que tan mal estábamos? Hoy has robado mi sonrisa, y se a oscurecido una parte de mi corazón, la que tu tenías, y esa no volverá a brillar. La vida sigue pese a todo, y todos los que hoy estamos destrozados con tu ausencia, con el dolor que nos has dejado, seguiremos con nuestras vidas, pero tu vacío nadie lo llenará nunca, y esas preguntas que te has ido sin responder tampoco tendrán nunca respuesta, todo de ti a desaparecido, es como si nunca hubieras existido, pero amigo mío, los detalles y los días que nos has dejado a todos grabados en el corazón esos, no se borran, ni se borraran nunca.

Es tan extraño y doloroso imaginar ahora un día a día sin ti, imaginar que no volveré a tener nada de ti… Sé que quisieras que todos te recordáramos con una sonrisa, pero no  puedes evitar que hoy, mañana y hasta que consigamos cicatrizar la herida que nos has dejado nos veas llorar.

Un hombre perfecto eras, siempre te lo decía y nunca te lo creías, ¿recuerdas? Perfecto, una vida con la que muchos serian felices, pero siempre te faltó lo mas importante, mirarte en el espejo de tu familia, tus amigos y de los que te queríamos de verdad, ojala te hubieras visto así, porque sé que todas las cargas habrían disminuido, ¡¡joder!! ¿Porque nunca viste el ángel que fuiste?, buena persona, dabas todo a los demás sin pedir nada, tu tiempo y dinero lo invertías en los que menos tenían, (¿Qué harán ahora tus niños sin ti?) siempre dispuesto a parar tu vida para sacar una sonrisa a cualquiera que sabias que no estaba feliz, siempre fuiste un ser especial, tan especial que no fuiste nunca capaz de verlo ni de creerlo, y que malas personas tampoco ayudaron, pero… ¿Qué pasa con los que te queríamos, con los que siempre te vimos así? Ojala nos hubieras creído, ojala tu imagen frente a ti mismo hubiera sido la única que veíamos los demás de ti, un hombre perfecto.

Tu familia y tus amigos, esos seres afortunados por tenerte, hoy lloramos todos tu perdida.
A los dos nos gustaba tanto escribir, nos expresabamos mejor y nos desahogabamos, ahora necesito esta manera de intentar sacarme todo lo que tengo dentro, porque las lagrimas no pueden con todo, mi ojazos, siempre mi ojazos, nunca te olvidaré.
Vela por todos nosotros, estés donde estés, porque tu fuerza ahora la necesitamos para continuar sin ti.

^Esther^